Una copla manriqueña sin nombre y en proceso

Si bien mi vida no está exenta de dramas (bueno fuera), afortunadamente ninguna persona cercana a mí ha muerto. Han habido muertes en mi familia y todo pero no me parecería respetuoso utilizarlas para un poema cuando en realidad mis sentimientos no son tan profundos. Es por eso que en esta copla manriqueña hablo de una experiencia algo similar, cuando uno de mis amigos más cercanos intentó quitarse la vida hace un par de años. Ahora él ya está mucho mejor, pero en su momento si fue algo difícil, para él y para todos los que lo amamos.



(Aún no he terminado el poema, pude haberlo hecho pero no me sentía cómoda dejándolo así todo feo, así que lo seguiré trabajando y ya luego les mostraré el final. Les dejo hasta donde llegué)

 COPLA MANRIQUEÑA

No contesté tu llamada
Tu mensaje casi no leo
¡Vaya suerte!
Estaba tan abrumada
Que te juro, casi creo
Que era un chiste.

Pues tu mismo eres un chiste
Una enorme ironía
Riéndote.
Siempre. Tan bien lo fingiste
Que ignoré lo que debía
Teniéndote,
Y aunque te sabía triste,
No te noté en agonía.
Ahogándote.

Esa noche adiós dijiste
Y unas pastillas tomaste
Convencido
Y casi, casi cediste
Y casi casi me dejaste.
No hubo ruido.

Pero si vi tu llamada
También leí tu mensaje
Y fui a verte
Así, toda consternada
Y sin restos de coraje
Casi inerte











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